viernes, 9 de septiembre de 2011

Metrópoli


Mirad a esa tía! Está exhausta, se para cada tres pasos para respirar y evitar unos segundos de sudor. Ya no sabe como dirigir la pierna buena ni como colocar la mala. Cambia continuamente de opinión sobre tener la escayola a 45 grados o a – 45. No sabe si las muñecas le duelen más con las muletas así o asá y si se cansa menos dando pequeños saltos o dándolos grandes. Los túneles del metro son interminables. Ves personas tan pequeñas en un fondo tan difuso...Y las escaleras! Que mecánicamente las subía y bajaba entonces. Creo que me mareo...

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